¿Qué es la minería?
Es la obtención selectiva de los minerales y otros materiales a partir de la corteza terrestre. Esto también corresponde a la actividad económica primaria relacionada con la extracción de elementos y del cual se puede obtener un beneficio económico. Dependiendo del tipo de material a extraer y beneficiar, la minería se divide en metálica y no metálica.
Minería Metálica. Los elementos que se extraen comúnmente en este tipo de minería son: aluminio, hierro, oro, plata, titanio, plomo, cobre, platino, uranio, manganeso, níquel y zinc, entre otros.
Minería No Metálica. Los minerales o elementos que más se extraen en la minería no metálica son: carbón, diamantes, fosfato, sal, boro y azufre, principalmente.
La minería siempre implica la extracción física de materiales de la corteza terrestre, con frecuencia en grandes cantidades para recuperar sólo pequeños volúmenes del producto deseado. Por eso resulta imposible que la minería no afecte al medio ambiente, al menos en la zona de la mina. De hecho, algunos consideran que la minería es una de las causas más importantes de la degradación medioambiental provocada por los seres humanos. Sin embargo, en la actualidad, un ingeniero de minas cualificado es capaz de limitar al máximo los daños y recuperar la zona una vez completada la explotación minera.
Hay gran variedad de materiales que se pueden obtener de dichos yacimientos. Pueden clasificarse así:
Metales: incluyen los metales preciosos (el oro, la plata y los metales del grupo del platino), los metales siderúrgicos (hierro, níquel, cobalto, titanio, vanadio y cromo), los metales básicos (cobre, plomo, estaño y cinc), los metales ligeros (magnesio y aluminio), los metales nucleares (uranio, radio y torio) y los metales especiales, como el litio, el germanio, el galio o el arsénico.
Minerales industriales: incluyen los de potasio y azufre, el cuarzo, la trona, la sal común, el amianto, el talco, el feldespato y los fosfatos.Materiales de construcción: incluyen la arena, la grava, los áridos, las arcillas para ladrillos, la caliza y los esquistos para la fabricación de cemento. En este grupo también se incluyen la pizarra para tejados y las piedras pulidas, como el granito, el travertino o el mármol.
Un poco de historia
El uso y modificación de minerales y piedras tomados de la tierra es una de las actividades humanas más antiguas. Nuestras primeras herramientas fueron obtenidas de esta manera. En el período neolítico ya las distintas civilizaciones explotaban diversos minerales como el sílex o el esquisto verde. Estos materiales se utilizaban para fabricar herramientas, adornos ceremoniales o incluso para embellecer objetos o construcciones.
La mina más antigua de la que se tiene constancia arqueológica es la "cueva Agus", en Swazilandia. En este lugar, que de acuerdo con los experimentos realizados con la radiación del carbono 14 tiene una edad de 43,000 años, los hombres paleolíticos excavaban buscando Hematita, un mineral que contiene hierro, con el que probablemente producían pigmentos de color ocre. En Hungría se han encontrado excavaciones de una antigüedad similar donde los Neandertales buscaban sílex para fabricar armas y herramientas.
Otra excavación minera fue la mina de turquesas en la que trabajaban los antiguos egipcios en Uadi Maghara, en la península del Sinaí. También se extraían turquesas en la América precolombina, en el Distrito Minero de Cerillos, en Nuevo México, donde se extrajo, usando herramientas de piedra, una masa de roca de 60 m de profundidad y 90 m de ancho; el vertedero de la mina cubre una superficie de 81.000 m².
Las primeras explotaciones mineras masivas de la historia pertenecieron al Imperio Egipcio. Obtenían minerales como la malaquita, la turquesa y el cobre de canteras ubicadas en Maadi, Bajo Egipto, o Uadi Maghara, al sur del Sinaí.
El uso y modificación de minerales y piedras tomados de la tierra es una de las actividades humanas más antiguas. Nuestras primeras herramientas fueron obtenidas de esta manera. En el período neolítico ya las distintas civilizaciones explotaban diversos minerales como el sílex o el esquisto verde. Estos materiales se utilizaban para fabricar herramientas, adornos ceremoniales o incluso para embellecer objetos o construcciones.
La mina más antigua de la que se tiene constancia arqueológica es la "cueva Agus", en Swazilandia. En este lugar, que de acuerdo con los experimentos realizados con la radiación del carbono 14 tiene una edad de 43,000 años, los hombres paleolíticos excavaban buscando Hematita, un mineral que contiene hierro, con el que probablemente producían pigmentos de color ocre. En Hungría se han encontrado excavaciones de una antigüedad similar donde los Neandertales buscaban sílex para fabricar armas y herramientas.
Otra excavación minera fue la mina de turquesas en la que trabajaban los antiguos egipcios en Uadi Maghara, en la península del Sinaí. También se extraían turquesas en la América precolombina, en el Distrito Minero de Cerillos, en Nuevo México, donde se extrajo, usando herramientas de piedra, una masa de roca de 60 m de profundidad y 90 m de ancho; el vertedero de la mina cubre una superficie de 81.000 m².
Las primeras explotaciones mineras masivas de la historia pertenecieron al Imperio Egipcio. Obtenían minerales como la malaquita, la turquesa y el cobre de canteras ubicadas en Maadi, Bajo Egipto, o Uadi Maghara, al sur del Sinaí.
También hay mención en los historiadores griegos antiguos de sus grandes minas de oro en Nubia. Con este metal fabricaban objetos rituales y de veneración.
En la etapa grecolatina la minería se extendió y masificó en Europa, especialmente por la obtención de la plata, oro, cobre, hierro y mármol. Esta actividad creció a través mano de obra esclava.
En esa época ya se empleó la minería hidráulica, es decir, se utiliza el agua para transportar materiales y eliminar residuos de roca. De muchos de estos minerales se extraerían los metales necesarios para fraguar armas de guerra, en una demanda inacabable que se sostuvo durante todo el medioevo europeo.
Por otro lado, en América las culturas aborígenes empleaban minerales y piedras preciosas para adornar sus templos o como material de ofrendas. Los colonos europeos que llegaron en el siglo XV iniciaron una frenética actividad minera que en muchos casos es sostenida todavía hoy por los nuevos Estados independientes.
Finalmente, con la llegada de la Revolución Industrial y las necesidades energéticas del mundo moderno, la minería repuntó como una de las actividades económicas más lucrativas del mundo, junto a la explotación petrolera. La potencia energética del carbón y de los hidrocarburos es codiciada en el mundo entero.
La importancia de los minerales
Los minerales tienen gran importancia por sus múltiples aplicaciones en los diversos campos de la actividad humana. La industria moderna depende directa o indirectamente de los minerales; se usan para fabricar productos, desde herramientas y ordenadores hasta rascacielos. Algunos minerales se utilizan prácticamente tal como se extraen; por ejemplo el azufre, el talco, la sal de mesa, entre otros. Otros, en cambio, deben ser sometidos a diversos procesos para obtener el producto deseado, como el hierro, cobre, aluminio, estaño, entre otros.
Los minerales son un recurso natural de gran importancia para la economía de un país, muchos productos comerciales son minerales, o se obtienen a partir de un mineral. Muchos elementos de los minerales resultan esenciales para la vida, presentes en los organismos vivos en cantidades mínimas. El ordenamiento interno de un mineral se conoce como estructura cristalina. Todos los minerales tienen estructura cristalina.
Aplicación de los minerales
Los minerales tienen un sinfín de aplicaciones que abarcan los más variados campos de la actividad humana. La principal es, sin duda, la de constituir la fuente de obtención de los diferentes metales, base tecnológica de la moderna civilización. Así, de distintos tipos de cuarzo y silicatos, se produce el vidrio; el grafito, para las minas de lápices. Mezclas de minerales se producen componentes para computadoras. Los minerales que entran en la categoría de piedras preciosas o semi preciosas, como los diamantes, topacios, rubíes, se destinan a la confección de joyas. Los nitratos y fosfatos son utilizados como abono para la agricultura. Por último ciertos materiales, como el yeso, son utilizados profusamente en la construcción.
Tipos de extracción
La minería puede darse en la tierra o en el mar (es decir, en el suelo marino), y mediante dos procedimientos distintos de extracción, principalmente:
En la etapa grecolatina la minería se extendió y masificó en Europa, especialmente por la obtención de la plata, oro, cobre, hierro y mármol. Esta actividad creció a través mano de obra esclava.
En esa época ya se empleó la minería hidráulica, es decir, se utiliza el agua para transportar materiales y eliminar residuos de roca. De muchos de estos minerales se extraerían los metales necesarios para fraguar armas de guerra, en una demanda inacabable que se sostuvo durante todo el medioevo europeo.
Por otro lado, en América las culturas aborígenes empleaban minerales y piedras preciosas para adornar sus templos o como material de ofrendas. Los colonos europeos que llegaron en el siglo XV iniciaron una frenética actividad minera que en muchos casos es sostenida todavía hoy por los nuevos Estados independientes.
Finalmente, con la llegada de la Revolución Industrial y las necesidades energéticas del mundo moderno, la minería repuntó como una de las actividades económicas más lucrativas del mundo, junto a la explotación petrolera. La potencia energética del carbón y de los hidrocarburos es codiciada en el mundo entero.
La importancia de los minerales
Los minerales tienen gran importancia por sus múltiples aplicaciones en los diversos campos de la actividad humana. La industria moderna depende directa o indirectamente de los minerales; se usan para fabricar productos, desde herramientas y ordenadores hasta rascacielos. Algunos minerales se utilizan prácticamente tal como se extraen; por ejemplo el azufre, el talco, la sal de mesa, entre otros. Otros, en cambio, deben ser sometidos a diversos procesos para obtener el producto deseado, como el hierro, cobre, aluminio, estaño, entre otros.
Los minerales son un recurso natural de gran importancia para la economía de un país, muchos productos comerciales son minerales, o se obtienen a partir de un mineral. Muchos elementos de los minerales resultan esenciales para la vida, presentes en los organismos vivos en cantidades mínimas. El ordenamiento interno de un mineral se conoce como estructura cristalina. Todos los minerales tienen estructura cristalina.
Aplicación de los minerales
Los minerales tienen un sinfín de aplicaciones que abarcan los más variados campos de la actividad humana. La principal es, sin duda, la de constituir la fuente de obtención de los diferentes metales, base tecnológica de la moderna civilización. Así, de distintos tipos de cuarzo y silicatos, se produce el vidrio; el grafito, para las minas de lápices. Mezclas de minerales se producen componentes para computadoras. Los minerales que entran en la categoría de piedras preciosas o semi preciosas, como los diamantes, topacios, rubíes, se destinan a la confección de joyas. Los nitratos y fosfatos son utilizados como abono para la agricultura. Por último ciertos materiales, como el yeso, son utilizados profusamente en la construcción.
Tipos de extracción
La minería puede darse en la tierra o en el mar (es decir, en el suelo marino), y mediante dos procedimientos distintos de extracción, principalmente:
- Minería a cielo abierto. Llamada también minería de superficie, consiste en la eliminación de las capas superiores de roca, junto con la vegetación de la zona, para exponer los yacimientos minerales enterrados. El resultado es una gran rajadura en el suelo (Open Pit Mining o minería de pozo abierto), una abertura sobre un yacimiento concreto (explotación por canteras) o la modificación radical de la topografía de la zona (Mountaintop mining) a través de la desaparición de montañas.
- Minería subterránea. También llamada minería de subsuelo, consiste en penetrar la roca hacia el subsuelo y crear galerías y túneles que conduzcan a los yacimientos. Puede consistir en accesos horizontales (drift mining), accesos diagonales (slope mining) o verticales (shaft mining). Este tipo de minas tienen la desventaja de que pueden colapsar y sepultar a los mineros en su interior.
Etapas en el proceso minero
Etapa 1: Cateo y Prospección
Todo yacimiento mineral es una anomalía, aunque existen yacimientos parecidos entre sí (y son clasificados en grupos), cada uno tiene características especiales y distintivas.
La prospección determina áreas de posible mineralización mediante indicaciones físicas y químicas, medidas con instrumentos y técnicas de precisión. Se buscan zonas en las que existirían un yacimiento minero, vale decir, zonas geológicas susceptibles de ser explotadas. Comienza con la definición de los tipos de blancos a buscar. Con esa información, se buscan las similitudes y características especiales que ese tipo de yacimiento presenta. Esta información permite desechar muchas áreas y concentrar esfuerzos en aquellas que presentan características favorables para ese tipo de yacimiento.
Geológicos: Implican el levantamiento o mapeo de la superficie, la identificación de las rocas aflorantes, así como los fenómenos de alteración en las rocas.
Geoquímica: Consiste en el análisis químico de las rocas para buscar evidencias de los elementos buscados o de otros que sean indicadores (vectores) de la mineralización.
Geofísica: Busca caracterizar las condiciones físicas de las rocas, pues estas pueden ser afectadas o cambiar por efectos de la alteración hidro termal o la mineralización.
Normalmente la mayoría de las áreas investigadas es desechada después de esta primera etapa. Aquellas que han mostrado características o condiciones de interés pasan a la etapa de exploración.
Etapa 2: Exploración
En etapas más avanzadas se realizan los estudios económicos y financieros del proyecto. Esta etapa es especialmente importante pues el desarrollo de un proyecto minero es de alto costo (400 a 1,500 millones de US$ para proyectos medianos a grandes) y por lo tanto son fuertemente dependientes de la capitalización del proyecto.
Etapa 3: Desarrollo del proyecto
Desarrollo de la Ingeniería de detalle del proyecto. Es la operación que se realiza para hacer posible la explotación del mineral contenido en un yacimiento.
Etapa 4: Explotación
Es la actividad de extracción de los minerales contenidos en un yacimiento. Dependiendo de la forma y de la localización de la mina, esta etapa se desarrolla en forma subterránea o a cielo abierto. El producto de esta etapa es una roca mineralizada molida, de tamaño adecuado para su tratamiento y la extracción de los elementos de valor para la siguiente etapa.
Dependiendo de la forma y de la localización de la mina, esta etapa se desarrolla en forma subterránea o a tajo abierto (otros países, rajo abierto, cielo abierto). En ambos casos las actividades involucradas son:
a) Extracción del mineral por medios mecánicos (como explosivos o palas cargadoras en el caso de material suelto)
b) Separación de las rocas consideradas mineral (Mena (minería) y los desechos no mineralizados.
c) Chancado o trituración del mineral
d) Clasificación por tamaños del mineral por medio de rejillas
e) Retrituración del mineral en caso de que el tamaño no sea el adecuado para las tareas de tratamiento
f) Extracción y transporte al lugar de acopio
g)Transporte hacia la planta de tratamiento.
Etapa 5: Transporte
Transporte masivo y continuo de productos de minería entre uno o más centros mineros y un puerto, un centro de acopio, una planta de beneficio o una refinería. Los centros de acopio, normalmente se ubican delante del concentrador. Estos pueden ser:
a) Silos, tolva o depósitos.
b) Pilas cónicas, rectangulares, tipo rampa.
Etapa 6: Beneficio del mineral
Etapa 6: Beneficio del mineral
Es el conjunto de procesos físicos y químicos que se realizan para extraer o concentrar las partes valiosas de un agregado de minerales y/o para purificar, fundir o refinar metales. Se lleva a cabo en plantas, refinerías, fundiciones o establecimientos similares. Esta etapa busca, por distintos medios, lograr la comercialización del material, es decir, la venta y colocación de los minerales y metales en el mercado nacional e internacional. Para esto se recurren a distintos métodos de beneficio de minerales, los cuales no solo dependen del tipo de mineral, sino también del yacimiento, ya que cada yacimiento tiene características propias. Para el caso de los minerales metalíferos, normalmente es necesario concentrarlo. Esto consiste en una primera etapa, en liberar el mineral de la roca en donde está inserto, valiéndose de medios mecánicos como la trituración, la molienda y la clasificación.
Por motivos económicos, es rara la vez que es posible liberar el mineral en un 100%. El grado de liberación del mineral depende de varios factores, y principalmente de la relación costo/beneficio, es decir, del costo económico y mecánico, contra las ventajas que se obtienen a partir de la liberación. Luego de la liberación, posiblemente el mineral deba ser concentrado. Esto consiste en elevar el grado de concentración del mineral (que puede estar dado en gramos/tonelada, o en porcentaje). Para ello se aprovechan distintas técnicas como la lixiviación (para el caso del oro, por ejemplo), la flotación (para el caso de ciertos yacimientos de cobre, zinc u otros).
En el caso de los minerales no metalíferos, el proceso de beneficio resulta ser mucho más sencillo. En el caso de la bentonita, por ejemplo, sólo se requiere triturar el mineral a los tamaños adecuados, clasificarlos y secar el mineral para disminuir el contenido de humedad, lo cual se realiza en hornos giratorios que funcionan a unos 70 ºC.
Etapa 7: Cierre de mina
Es la ejecución de un programa que garantice que el cierre de la mina se llevará a cabo en armonía con el medio ambiente, asegurando la sustentabilidad de las comunidades cercanas.
Desarrollo de estudios y análisis geológicos, hidrológicos, geotécnicos y ambientales a cargo de especialistas. Su objetivo es establecer los procesos y acciones a desarrollar, que se enmarcan dentro del Plan de Cierre. Trabajo estrecho con la autoridad ambiental y con representantes de las comunidades de la zona. El concepto es dejar el área impactada por las operaciones mineras en condiciones similares a las naturales, para lo cual el cierre se centra básicamente en tres iniciativas:
1. Restituir las geoformas de la zona.
2. Asegurar su estabilidad física y química de las instalaciones, posterior al cierre.
3. Asegurar la calidad y cantidad de agua de río, que cruza por la zona.
Impactos ambientales
La minería no es, bajo ninguna modalidad, una actividad económica sustentable o ecológica. En primer lugar, porque los materiales extraídos no son renovables, es decir, algún día han de acabarse o agotarse.
En segundo lugar, es peligrosa para el ambiente porque el mecanismo de extracción es necesariamente invasivo de la corteza terrestre. Genera grandes modificaciones del terreno y de la topografía, que tienen consecuencias en el relieve, obstruyendo ríos y alterando las capas del terreno.
Y finalmente porque durante la extracción se utilizan elementos potencialmente contaminantes que en alguna medida van a dar a las aguas residuales, contaminando ecosistemas completos. La minería representa siempre un riesgo enorme para el equilibrio biótico de las comunidades cercanas.
Todos los métodos de extracción minera producen algún grado de alteración de la superficie y los estratos subyacentes, así como los acuíferos. Algunas de las consecuencias negativas de la minería moderna para el medio ambiente, que resultan ser de las más importantes, son las siguientes:
Cambios en la morfología del terreno: la extracción de minerales sobre la superficie de la tierra da lugar a grandes excavaciones. Además, se deforestan grandes extensiones de tierra, teniendo como consecuencia las pérdidas de suelo por la erosión, pérdida de hábitats de muchas formas de vida, pérdidas de biodiversidad o alteración de algunos ciclos biogeoquímicos como el del agua.
Contaminación del aire: las extracciones de minerales liberan polvo y otros gases tóxicos al medio ambiente, que se originan en las explosiones que rompen las rocas . Estos gases pueden generar graves problemas respiratorios a los seres humanos y animales que habitan las zonas próximas. Además, son gases que pueden subir a la atmósfera y ser causantes del efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático y a sus terribles consecuencias.
Contaminación a las aguas superficiales: en ocasiones, los materiales químicos que se utilizan o liberan durante las extracciones, no son tratados correctamente y pueden filtrarse accidentalmente hacía las aguas superficiales, contaminándolos y ocasionando graves perjuicios para su fauna y flora como su pérdida. Animales, en muchos casos, que se alimentan por filtración, de manera que los compuestos tóxicos pueden pasar a través de las cadenas tróficas.
Contaminación de aguas subterráneas: los desechos de las minas suelen ser lavados por el agua de la lluvia y a veces son llevados y filtrados hacía los yacimientos de agua subterránea, contaminándolos.
Daños a la flora y a la fauna: daños que se producen como consecuencia de los puntos anteriores. Se disminuyen la cantidad de especies, se las desplaza de su hábitat, etc
Los impactos de la exploración y pre desarrollo, usualmente, son de corta duración e incluyen:
a) Alteración superficial causada por los caminos de acceso, hoyos y fosas de prueba, y preparación del sitio.
b) Polvo atmosférico proveniente del tráfico, perforación, excavación, y desbroce del sitio.
c) Ruido y emisiones de la operación de los equipos a diesel; alteración del suelo y la vegetación, ríos, drenajes, humedales, recursos culturales o históricos, y acuíferos de agua freática; y, conflictos con los otros usos de la tierra.
Tanto la extracción superficial, como la subterránea, incluyen los siguientes aspectos: drenaje del área de la mina y descarga del agua de la misma; remoción y almacenamiento/eliminación de grandes volúmenes de desechos; y traslado, así como el procesamiento de los minerales o materiales de construcción. Este removimiento requiere el uso de equipos de extracción y transporte a diesel o eléctricos, y una numerosa y calificada fuerza laboral. Se requerirán amplios servicios de apoyo, por ejemplo: un complejo de transporte, oficinas y talleres (parte de estos funcionarán bajo tierra en las minas subterráneas) y servicios públicos. El transporte del mineral dentro de la mina y hacia las instalaciones de procesamiento puede utilizar camiones, transportadores, el ferrocarril, poliducto o banda de transporte, y generalmente, incluirá instalaciones de almacenamiento a granel, mezcla y carga.
Situación de la minería en El Salvador
Según los datos del Ministerio de Economía, en El Salvador se encuentran activas actualmente 23 licencias para la exploración de posibles minas de oro y otros metales, repartidas en las zonas montañosas de los departamentos de Santa Ana, Chalatenango, Morazán, San Miguel, La Unión y Cabañas. Es en este último departamento, situado al norte de la capital, donde opera la empresa canadiense Pacific Rim, que ya ha solicitado incluso las licencias para la explotación de las minas El Dorado Sur y El Dorado Norte, del municipio de San Isidro, quedando a la espera de los permisos ambientales que debe emitir el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Hasta la fecha, solo hay una empresa, la estadounidense Comerce Group Corporation, con licencia para explotación de la mina San Sebastián, en La Unión.
En una reforma hecha en el año 2001 a la Ley de Minería de El Salvador, se redujo del 4 al 2, el porcentaje que las empresas deben dar en regalías por sus ganancias producto de la explotación de minas en el país, 1% para la municipalidad correspondiente y otro 1% para el Estado.
Según los datos del Ministerio de Economía, en El Salvador se encuentran activas actualmente 23 licencias para la exploración de posibles minas de oro y otros metales, repartidas en las zonas montañosas de los departamentos de Santa Ana, Chalatenango, Morazán, San Miguel, La Unión y Cabañas. Es en este último departamento, situado al norte de la capital, donde opera la empresa canadiense Pacific Rim, que ya ha solicitado incluso las licencias para la explotación de las minas El Dorado Sur y El Dorado Norte, del municipio de San Isidro, quedando a la espera de los permisos ambientales que debe emitir el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Hasta la fecha, solo hay una empresa, la estadounidense Comerce Group Corporation, con licencia para explotación de la mina San Sebastián, en La Unión.
En una reforma hecha en el año 2001 a la Ley de Minería de El Salvador, se redujo del 4 al 2, el porcentaje que las empresas deben dar en regalías por sus ganancias producto de la explotación de minas en el país, 1% para la municipalidad correspondiente y otro 1% para el Estado.
Minería verde
Es un termino para indicar que es ecológica y que esta en equilibrio con la naturaleza sin provocarle ningún daño pero en realidad sólo es un termino agregado ya que no existe dicho concepto que sólo es para engañar a la población, la minería es un negocio sobre recursos propios de un país, que fundamentalmente daña el medio ambiente.
Actualmente la empresa Pacific Rim desarrolla un bombardeo propagandístico sistemático impulsando su proyecto como “Minería Verde”, creando falsas expectativas de una minería que está a tono con el medio ambiente sin provocarle ningún daño. Según lo expresó el comentario de la radio YSUCA en junio de 2008: “No hay minería verde. La minería es un negocio sobre recursos propios de un país, que fundamentalmente daña el medio ambiente. Por ello, hay que hacer un cálculo serio y ponderado de ventajas e inconvenientes. Los de la Pacific Rim afirman que todo es ventaja. Y ahí estriba lo peor de su campaña. Porque la minería nunca deja las cosas ni igual ni mejor de lo que estaban. Puede dejar beneficios económicos, pero eco lógicamente siempre hace daño: mucho en el pasado, menos en el presente si el Estado tiene una legislación adecuada y los consiguientes mecanismos para controlar los efectos nocivos de la minería, que siempre se dan.”
Expone además, las razones por las que el proyecto de minería metálica es nocivo para El Salvador:
Primero: El Salvador es un país pequeño, y con prácticamente una sola cuenca hidrográfica grande, que incide en los mantos acuíferos de una alta proporción del territorio. Tener minería metálica implica gran consumo de agua y vertidos a esa cuenca hidrográfica, la del Lempa. Aun habiendo buenos mecanismos de control, la actividad es en sí misma peligrosa. Cualquier accidente puede dejar daños que duren siglos. Pretender que se van a tomar todas las precauciones no es creíble. La alta densidad de población salvadoreña y la dependencia de la población de esa cuenca hidrográfica desaconsejan totalmente el establecimiento de minas.
Segundo: Los mecanismos de control estatales son muy exiguos. La ley del medio ambiente encomienda el estudio de factibilidad medioambiental a la empresa que va a realizar la operación minera. El MARN carece de la capacidad para hacer una auditoría técnica-científica del estudio medioambiental de las empresas.
Tercero: La legislación salvadoreña no está preparada para enfrentar un desastre ecológico en el caso de que lo hubiera. Ya se ha visto lo lenta y compleja que es toda la situación legal en torno al caso de Baterías Récord, o lo difícil de enfrentar a una transnacional como la McDonald’s incluso en el sistema jurídico. Demostrar culpabilidad a la Pacific Rim u otras, exigir una adecuada indemnización adecuada, sería una tarea prácticamente imposible en nuestro débil y en ocasiones corrupto sistema judicial.
Cuarto: Los beneficios económicos que van a dejar las empresas mineras son muy pequeños. Decir que van a pagar más salario a los mineros no significa nada. El trabajo en la mina es pesado, peligroso y en todas partes se paga mejor que un trabajo normal. Pero en la mayoría de los países donde hay trabajo en las minas, la jubilación se obtiene antes que en otras labores. Sin embargo, la legislación en El Salvador no lo permite. Asimismo, la minería produce enfermedades propias y características contra las que el Seguro Social no está preparado. La utilización masiva de agua por parte de las empresas mineras elimina el abastecimiento a los poblados vecinos, al tiempo que se convierte en una brutal amenaza al medio ambiente. El porcentaje de ganancia que deja al Estado salvadoreño es mínimo.
Quinto: Basta con ver las fotografías de algunas explotaciones mineras metálicas en Guatemala y Honduras para saber que eso de la minería verde es una absoluta mentira. No son verdes los tajos y excavaciones que se hacen. No es verde la basura que dejan, ni es verde la salud de los que rodean las minas. En el valle de Siria, en Honduras, hay enfermedad; en la mina San Andrés, en Copán, Honduras, hay deforestación y daño ecológico; en la mina Marlin, de San Marcos de Guatemala, hay desertificación de una amplia zona.
Polvo, enfermedad, contaminación, abuso y mentira son parte de las empresas mineras en Centroamérica. Lo que queda al final es más pobreza, y unos recursos nacionales que se han evaporado. Honduras, el país centroamericano de mayor tradición minera, es hoy uno de las naciones más pobres del istmo. Las minas no le dejaron riqueza, sino pobreza. No existe la minería verde. Lo que existe es una país, El Salvador, demasiado pequeño como para que la actual tecnología minera no lo dañe.
Actualmente la empresa Pacific Rim desarrolla un bombardeo propagandístico sistemático impulsando su proyecto como “Minería Verde”, creando falsas expectativas de una minería que está a tono con el medio ambiente sin provocarle ningún daño. Según lo expresó el comentario de la radio YSUCA en junio de 2008: “No hay minería verde. La minería es un negocio sobre recursos propios de un país, que fundamentalmente daña el medio ambiente. Por ello, hay que hacer un cálculo serio y ponderado de ventajas e inconvenientes. Los de la Pacific Rim afirman que todo es ventaja. Y ahí estriba lo peor de su campaña. Porque la minería nunca deja las cosas ni igual ni mejor de lo que estaban. Puede dejar beneficios económicos, pero eco lógicamente siempre hace daño: mucho en el pasado, menos en el presente si el Estado tiene una legislación adecuada y los consiguientes mecanismos para controlar los efectos nocivos de la minería, que siempre se dan.”
Expone además, las razones por las que el proyecto de minería metálica es nocivo para El Salvador:
Primero: El Salvador es un país pequeño, y con prácticamente una sola cuenca hidrográfica grande, que incide en los mantos acuíferos de una alta proporción del territorio. Tener minería metálica implica gran consumo de agua y vertidos a esa cuenca hidrográfica, la del Lempa. Aun habiendo buenos mecanismos de control, la actividad es en sí misma peligrosa. Cualquier accidente puede dejar daños que duren siglos. Pretender que se van a tomar todas las precauciones no es creíble. La alta densidad de población salvadoreña y la dependencia de la población de esa cuenca hidrográfica desaconsejan totalmente el establecimiento de minas.
Segundo: Los mecanismos de control estatales son muy exiguos. La ley del medio ambiente encomienda el estudio de factibilidad medioambiental a la empresa que va a realizar la operación minera. El MARN carece de la capacidad para hacer una auditoría técnica-científica del estudio medioambiental de las empresas.
Tercero: La legislación salvadoreña no está preparada para enfrentar un desastre ecológico en el caso de que lo hubiera. Ya se ha visto lo lenta y compleja que es toda la situación legal en torno al caso de Baterías Récord, o lo difícil de enfrentar a una transnacional como la McDonald’s incluso en el sistema jurídico. Demostrar culpabilidad a la Pacific Rim u otras, exigir una adecuada indemnización adecuada, sería una tarea prácticamente imposible en nuestro débil y en ocasiones corrupto sistema judicial.
Cuarto: Los beneficios económicos que van a dejar las empresas mineras son muy pequeños. Decir que van a pagar más salario a los mineros no significa nada. El trabajo en la mina es pesado, peligroso y en todas partes se paga mejor que un trabajo normal. Pero en la mayoría de los países donde hay trabajo en las minas, la jubilación se obtiene antes que en otras labores. Sin embargo, la legislación en El Salvador no lo permite. Asimismo, la minería produce enfermedades propias y características contra las que el Seguro Social no está preparado. La utilización masiva de agua por parte de las empresas mineras elimina el abastecimiento a los poblados vecinos, al tiempo que se convierte en una brutal amenaza al medio ambiente. El porcentaje de ganancia que deja al Estado salvadoreño es mínimo.
Quinto: Basta con ver las fotografías de algunas explotaciones mineras metálicas en Guatemala y Honduras para saber que eso de la minería verde es una absoluta mentira. No son verdes los tajos y excavaciones que se hacen. No es verde la basura que dejan, ni es verde la salud de los que rodean las minas. En el valle de Siria, en Honduras, hay enfermedad; en la mina San Andrés, en Copán, Honduras, hay deforestación y daño ecológico; en la mina Marlin, de San Marcos de Guatemala, hay desertificación de una amplia zona.
Polvo, enfermedad, contaminación, abuso y mentira son parte de las empresas mineras en Centroamérica. Lo que queda al final es más pobreza, y unos recursos nacionales que se han evaporado. Honduras, el país centroamericano de mayor tradición minera, es hoy uno de las naciones más pobres del istmo. Las minas no le dejaron riqueza, sino pobreza. No existe la minería verde. Lo que existe es una país, El Salvador, demasiado pequeño como para que la actual tecnología minera no lo dañe.
La mineria verde en El Salvador
Para todos es bien conocida la gran campana de “concientización” de que la minería es la solución a los problemas económicos de una pequeña pero bonita nación, esta campaña es tan sonada que a la vez es engañosa, porque nuestro pequeño país es escaso de recursos, si es escaso, pues el único río caudaloso que tenemos es el río Lempa, el cual según las propuestas mineras, Sera el que abastecerá el agua para la industria metalúrgica, no se hace muy difícil pensar que por lógica, si el Lempa abastece de agua a la capital, que de hecho es prácticamente el único recurso hídrico que no solo abastece de agua “potable” si no que también sirve para la generación de energía, la sola idea de pensar que este Será ahora contaminado con metales pesados utilizados para la extracción del oro en las minas (Cianuro), nos garantizamos que no habrá agua potable o aunque sea tratada esta Sera mortal para la mayoría de personas que viven de ese recurso hídrico incluyendo los capitalino basta un ejemplo el caso de la Record, fabrica de baterías que según ellos estaban operando bajo los estándares internacionales y vigilaba las emisiones, en nuestro pequeño país, lleno de “empresarios y políticos” corruptos y corruptibles donde una autorización para montar lo que se les ocurra y llevara al país a la destrucción.
Para todos es bien conocida la gran campana de “concientización” de que la minería es la solución a los problemas económicos de una pequeña pero bonita nación, esta campaña es tan sonada que a la vez es engañosa, porque nuestro pequeño país es escaso de recursos, si es escaso, pues el único río caudaloso que tenemos es el río Lempa, el cual según las propuestas mineras, Sera el que abastecerá el agua para la industria metalúrgica, no se hace muy difícil pensar que por lógica, si el Lempa abastece de agua a la capital, que de hecho es prácticamente el único recurso hídrico que no solo abastece de agua “potable” si no que también sirve para la generación de energía, la sola idea de pensar que este Será ahora contaminado con metales pesados utilizados para la extracción del oro en las minas (Cianuro), nos garantizamos que no habrá agua potable o aunque sea tratada esta Sera mortal para la mayoría de personas que viven de ese recurso hídrico incluyendo los capitalino basta un ejemplo el caso de la Record, fabrica de baterías que según ellos estaban operando bajo los estándares internacionales y vigilaba las emisiones, en nuestro pequeño país, lleno de “empresarios y políticos” corruptos y corruptibles donde una autorización para montar lo que se les ocurra y llevara al país a la destrucción.
La realidad de la minería verde
La minería verde es un desastre ecológico que los explotadores canadienses quieren imponer a El Salvador, acabar sus con sus pocas selvas y recursos acuíferos y sobre todo, extinguir a su población.
No les importa engañar a los campesinos de Cabañas, ofrecerles prosperidad y sueños a costa de enfermedades voraces. Porque el cianuro mata, no es algodón de azúcar. Sus secuelas perduran por generaciones.
Los salvadoreños nunca habían escuchado el término “minería verde”. Pero desde que una serie de anuncios de radio y de televisión, así como mensajes en los periódicos empezaron a utilizar el término, a finales de 2007, éste ya les es familiar.
Para algunos la “minería verde” es una realidad, para otros es simplemente “una marca”. Al margen de ello, la campaña publicitaria -de la que ninguna empresa o institución se ha hecho responsable- tiene bien definida su estrategia de impacto y disuasión.
El catedrático de semiótica de la imagen y arte de la UCA, José Manuel González, sostiene que la cuña y el anuncio televisivo en el que se habla acerca de los países que “están a favor de la minería” se recurre a referentes opuestos, (George) “Bush” y (Fidel) “Castro”, y geográficos, “Guatemala” y “Costa Rica”, para dar a entender que la minería es una actividad que no tiene que ver con la ideología o con la ubicación geográfica de un país y, además, no hay que ir muy lejos para encontrar países con explotación minera.
Respecto al uso del adjetivo “verde”, González afirma: “El concepto minería verde es un término utilizado para indicar que es minería ecológica”. Para el catedrático, se trata de un término utilizado, sobre todo, contra los movimientos ecologistas. “En algunos países ha funcionado a medias porque sí hay un grupo vigilante, pero no en un 100%”.
La propaganda sistemática de la minería verde, la elaboración de una nueva ley minera sin discusión abierta ni estudio serio, y el envío de gente pagada para protestar en la catedral por la posición de la Iglesia contra la minería marcan una nueva escalada de mentira y manipulación de parte de la empresa Pacific Rim y otras interesadas. Campaña preocupante porque los efectos de la minería en El Salvador siguen siendo muy peligrosos. El discurso de la Pacific Rim recuerda el de los promotores de pruebas atómicas, que aunque decían que era experimentos inofensivos, nunca los hacían cerca de sus casas.
No hay minería verde. La minería es un negocio sobre recursos propios de un país, que fundamentalmente daña el medio ambiente. Por ello, hay que hacer un cálculo serio y ponderado de ventajas e inconvenientes. Los de la Pacific Rim afirman que todo es ventaja. Y ahí estriba lo peor de su campaña. Porque la minería nunca deja las cosas ni igual ni mejor de lo que estaban. Puede dejar beneficios económicos, pero ecológica mente siempre hace daño: mucho en el pasado, menos en el presente si el Estado tiene una legislación adecuada y los consiguientes mecanismos para controlar los efectos nocivos de la minería, que siempre se dan.
El tema, pues, no es si esa propaganda de la Pacific Rim sobre la minería verde contiene alguna verdad o no. El tema es si la peligrosidad medioambiental de la minería en El Salvador es medianamente controlable y va a dejar grandes beneficios económicos que compensen, o por el contrario es peligrosa.
La minería metálica es sumamente peligrosa y, por tanto, hoy por hoy, inviable en El Salvador. En primer lugar, en un país pequeño como el nuestro, y con prácticamente una sola cuenca hidrográfica grande, que incide en los mantos acuíferos de una alta proporción del territorio. Tener minería metálica implica gran consumo de agua y vertidos a esa cuenca hidrográfica, la del Lempa. Aun habiendo buenos mecanismos de control, la actividad es en sí misma peligrosa. Cualquier accidente puede dejar daños que duren siglos. Pretender que se van a tomar todas las precauciones no es creíble. La alta densidad de población salvadoreña y la dependencia de la población de esa cuenca hidrográfica desaconsejan totalmente el establecimiento de minas.
En segundo lugar, los mecanismos de control estatales son muy exiguos. La ley del medio ambiente encomienda el estudio de factibilidad medioambiental a la empresa que va a realizar la operación minera. El Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales carece de la capacidad para hacer una auditoría técnica-científica del estudio medioambiental de las empresas. Se ha visto que en un caso mucho menos complicado, el del relleno en Cutumay Camones, el Ministerio tuvo que pedir asesoría a una experta norteamericana. En el caso complejo de la minería, el Ministerio carece de capacidad para determinar la peligrosidad.
En tercer lugar, la legislación salvadoreña no está preparada para enfrentar un desastre ecológico en el caso de que lo hubiera. Ya estamos viendo lo lenta y compleja que es toda la situación legal en torno al caso de baterías Récord, o lo difícil de enfrentar a una transnacional como la McDonald’s incluso en nuestro sistema jurídico. Demostrar culpabilidad a la Pacific Rim u otras, exigir una adecuada indemnización adecuada, sería una tarea prácticamente imposible en nuestro débil y en ocasiones corrupto sistema judicial.
En cuarto lugar, los beneficios económicos que van a dejar las empresas mineras son muy pequeños. Decir que van a pagar más salario a los mineros no significa nada. El trabajo en la mina es pesado, peligroso y en todas partes se paga mejor que un trabajo normal. Pero en la mayoría de los países donde hay trabajo en las minas, la jubilación se obtiene antes que en otras labores. Sin embargo, la legislación en El Salvador no lo permite. Asimismo, la minería produce enfermedades propias y características contra las que el Seguro Social no está preparado. La utilización masiva de agua por parte de las empresas mineras elimina el abastecimiento a los poblados vecinos, al tiempo que se convierte en una brutal amenaza al medio ambiente. El porcentaje de ganancia que deja al Estado salvadoreño es mínimo.
En quinto lugar, basta con ver las fotografías de algunas explotaciones mineras metálicas en Guatemala y Honduras para saber que eso de la minería verde es una absoluta mentira. No son verdes los tajos y excavaciones que se hacen. No es verde la basura que dejan, ni es verde la salud de los que rodean las minas. En el valle de Siria, en Honduras, hay enfermedad; en la mina San Andrés, en Copán, Honduras, hay deforestación y daño ecológico; en la mina Marlín, de San Marcos de Guatemala, hay desertificación de una amplia zona.
Polvo, enfermedad, contaminación, abuso y mentira son parte de las empresas mineras en Centroamérica. Lo que queda al final es más pobreza, y unos recursos nacionales que se han evaporado. Honduras, el país centroamericano de mayor tradición minera, es hoy uno de las naciones más pobres del istmo. Las minas no le dejaron riqueza, sino pobreza. No existe la minería verde. Lo que existe es una país, El Salvador, demasiado pequeño como para que la actual tecnología minera no lo dañe. Existe un ministerio del medio ambiente sin capacidad de controlar ni medir el daño que las mineras hagan, y unas empresas mineras que desde el principio no han dudado en mentir y en tratar de engañar al pueblo salvadoreño.
Problema de seguridad en las minas
Todas las minas presentan problemas de seguridad, pero se considera que las subterráneas son las más peligrosas. El peligro se deriva de la naturaleza de la mina: una construcción de roca natural, que no es un buen material de ingeniería. Estadísticamente, las minas subterráneas son más peligrosas que las de superficie y, por lo general, las de roca blanda son más peligrosas que las de roca dura. Las causas principales de accidentes en la mayoría de las minas son los derrabes, esto es, los derrumbamientos de grandes rocas de las paredes de la mina. Este tipo de accidentes también incluye las caídas de rocas desde los mecanismos de transporte. La segunda causa más frecuente de accidentes en las minas es la maquinaria en movimiento. Otros riesgos son los explosivos, las inundaciones y las explosiones debidas a gases desprendidos por las rocas, como el metano (grisú). Este último fenómeno se da especialmente en las minas de carbón.
La profundidad de las minas puede producir riesgos, ya que las tensiones a que están sometidas las galerías por el peso de las rocas situadas encima pueden superar la resistencia de la roca y hacer que ésta se derrumbe de forma explosiva. Se lleva investigando muchos años para mejorar el diseño de las minas de modo que se elimine o reduzca el peligro de dichos derrumbes.
Además del riesgo de accidentes, los mineros pueden contraer una serie de enfermedades laborales. Esto ocurre sobre todo en las minas subterráneas. En todas las minas se produce polvo, y su inhalación puede causar diversas enfermedades de los pulmones, como la silicosis o neumoconiosis en las minas de carbón, la asbestosis y otras. Además, en las minas pueden aparecer gases tóxicos, como sulfuro de hidrógeno o monóxido de carbono. Muchas minas, en especial las de uranio, pueden presentar problemas de radiación por las emanaciones de radón procedentes de la roca.
Debido al carácter peligroso de estos trabajos, los principales países mineros tienen leyes y normativas muy estrictas sobre la seguridad en las minas. Dichas normas cubren la calidad del aire, el entibiado de las galerías, los explosivos, la iluminación, el ruido y todos los demás riesgos que pueden darse en las minas.
El Salvador prohibió la minería metálica en todo el país
El 29 de marzo de 2017 la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, con 69 votos a favor de los 84 diputados que conforman este organismo gubernamental; bajo el principio de que la minería metálica afecta al ambiente y la salud de sus habitantes y constituye una amenaza para el desarrollo y bienestar de las familias de El Salvador.
Organizaciones sociales, ambientales, educativas y la Iglesia Católica de este país celebraron la prohibición de la minería metálica en todo el territorio salvadoreño, después de más de una década de oposición a esta práctica.
La lucha de El Salvador por sacar a las mineras de su territorio se ha dado desde años atrás, en 2008 el gobierno decretó que no daría más permisos de extracción minera sin antes realizar un estudio de impacto ambiental en la zona y sin la existencia de una normativa para regular la industria.
La Ley de Prohibición de la Minería Metálica deja sin efecto los procesos para obtener permisos de exploración y explotación que ya hayan iniciado. Las actividades de extracción, explotación, exploración y procesamiento a cielo abierto y subterráneo serán ahora ilegales, así como el uso de los químicos tóxicos utilizados en estos procesos de minería metálica. Haz clic sobre la imagen siguiente para conocer más en este artículo de National Geographic:
Fuentes:
Ibarra, Angel; González, Luis; Erzinger, Florian (2008). El lado oscuro del Oro. Unidad Ecológica Salvadoreña. El Salvador. https://drive.google.com/file/d/18--JxmNItNAJIwSJ5w3bYQ-fY5lpv2uA/view?usp=sharing
López Berrios, Rosa Evelyn (2009). La Minería en El Salvador.
López Berrios, Rosa Evelyn (2009). La Minería en El Salvador.
http://lamineriaenelsalvador.blogspot.com/
National Geographic en Español (2017). El Salvador prohibió la minería metálica en todo el país.
https://www.ngenespanol.com/naturaleza/prohibicion-de-mineria-a-cielo-abierto-el-salvador/
National Geographic en Español (2017). El Salvador prohibió la minería metálica en todo el país.
https://www.ngenespanol.com/naturaleza/prohibicion-de-mineria-a-cielo-abierto-el-salvador/
Características. Qué es la minería. https://www.caracteristicas.co/mineria/
Ecología Verde. Cómo afecta al medio ambiente la extracción de minerales. https://www.ecologiaverde.com/como-afecta-al-medio-ambiente-la-extraccion-de-minerales-1118.html