El ser humano es parte de la naturaleza, sin embargo, hasta el momento, no ha logrado conseguir respuestas a todas sus inquietudes sobre lo que sucede a su alrededor. Debemos mantener la equidad en el Planeta, viviendo en armonía con los demás elementos de la naturaleza (animales, montañas, árboles, ríos, mar, plantas, etc ). Debemos también estudiar, investigar, conocer y entender los diferentes fenómenos naturales que suceden a nuestro alrededor, sin temerles, pero sí respetándolos como un elemento más de nuestro maravilloso mundo. Fenómeno natural es cualquier manifestación, acontecimiento, hecho o suceso derivado de la naturaleza.
La historia nos dice que hombres y mujeres hemos hecho muchos esfuerzos por convivir armónicamente con la naturaleza, pero también nos dice, que no siempre ha sido así, y que más de una vez los diferentes fenómenos naturales y los seres humanos -a través de sus actividades- se han agredido y han roto el equilibrio del planeta, provocando graves daños al entorno, a las personas y a sus bienes, lo que generalmente se denomina como desastre.
Existe una variedad de desafíos tales como el cambio climático, la urbanización no planificada, el subdesarrollo/pobreza y también la amenaza de pandemias que van a modificar la asistencia humanitaria en el futuro. Estos factores agravantes van a provocar un aumento en la frecuencia, complejidad y gravedad de los desastres.
Un desastre se produce cuando se dan estas tres condiciones al mismo tiempo:
- Si se produce un fenómeno natural, o un fenómeno causado por el ser humano cerca de zonas pobladas.
- Si la gente vive en lugares peligrosos, como por ejemplo cerca de un volcán activo, en laderas con peligro de deslizamientos, o cerca de ríos que pueden desbordarse.
- Si, además, el fenómeno natural debido a ciertas actividades humanas provoca muchos daños, particularmente en aquellos lugares en donde no se ha tomado ninguna medida preventiva.
Vulnerabilidad
Son las condiciones existentes en una comunidad que la hacen susceptible a ser dañada al ser impactada por eventos externos, es decir, al concretarse el peligro. Es la incapacidad de resistencia de las personas cuando se presenta una amenaza, o la incapacidad para reponerse después de que ha ocurrido un desastre debido al crecimiento de la población, el deterioro y contaminación del ambiente y el aumento de la pobreza. Ejemplo, las personas que viven en la planicie son más vulnerables ante las inundaciones que las que viven en lugares más altos.
La vulnerabilidad depende de diferentes factores internos, tales como la edad y la salud de la persona, las condiciones higiénicas y ambientales así como la calidad y condiciones de las construcciones y su ubicación en relación con las amenazas.
Riesgo
El riesgo por fenómenos de origen natural es el impacto o daño esperado en una sociedad con un cierto nivel de vulnerabilidad. Es decir, son las pérdidas económicas y materiales esperadas por este tipo de evento.
Es la probabilidad de que una amenaza se convierta en un desastre. La vulnerabilidad o las amenazas, por separado, no representan un peligro. Pero si se juntan, se convierten en un riesgo, o sea, en la probabilidad de que ocurra un desastre.
Sin embargo los riesgos pueden reducirse o manejarse. Si somos cuidadosos en nuestra relación con el ambiente, y si estamos conscientes de nuestras debilidades y vulnerabilidades frente a las amenazas existentes, podemos tomar medidas para prepararnos y prevenir los desastres. A todas estas acciones las llamamos Gestión del Riesgo.
Para determinar la vulnerabilidad de las personas es necesario plantearse dos preguntas:
¿A qué amenaza o peligro son vulnerables las personas?
¿Qué les hace vulnerables a la amenaza o el peligro?
Para contrarrestar la vulnerabilidad es necesario:
a) reducir en la medida de lo posible los efectos del propio peligro (mediante mitigación, predicción y alerta, y preparación);
b) fortalecer la capacidad para resistir y hacer frente a los peligros;
c) abordar las causas subyacentes a la vulnerabilidad, como la pobreza, el mal gobierno, la discriminación, la desigualdad y el acceso insuficiente a recursos y medios de subsistencia.
El grado de vulnerabilidad de las personas y el alcance de su capacidad para resistir y hacer frente a los peligros y recuperarse de los desastres dependen de factores físicos, económicos, sociales y políticos. Desde luego, la pobreza contribuye de manera importante a la vulnerabilidad. Es más probable que las personas pobres vivan y trabajen en zonas expuestas a peligros potenciales y menos probable que dispongan de los recursos necesarios para hacer frente a un desastre.
Para contrarrestar la vulnerabilidad es necesario:
a) reducir en la medida de lo posible los efectos del propio peligro (mediante mitigación, predicción y alerta, y preparación);
b) fortalecer la capacidad para resistir y hacer frente a los peligros;
c) abordar las causas subyacentes a la vulnerabilidad, como la pobreza, el mal gobierno, la discriminación, la desigualdad y el acceso insuficiente a recursos y medios de subsistencia.
El grado de vulnerabilidad de las personas y el alcance de su capacidad para resistir y hacer frente a los peligros y recuperarse de los desastres dependen de factores físicos, económicos, sociales y políticos. Desde luego, la pobreza contribuye de manera importante a la vulnerabilidad. Es más probable que las personas pobres vivan y trabajen en zonas expuestas a peligros potenciales y menos probable que dispongan de los recursos necesarios para hacer frente a un desastre.
Normalmente, en los países más ricos, las personas poseen una capacidad mayor para resistir a los efectos de un peligro. Suelen estar mejor protegidas frente a los peligros y disponer de sistemas de preparación. Además, la solidez de los medios de subsistencia y los ingresos mayores incrementan la resiliencia de las personas y les permiten recuperarse más rápidamente de un desastre.
Los desastres hacen peligrar los logros del desarrollo. Del mismo modo, las acciones de desarrollo por las que optan los individuos, las familias, las comunidades y los gobiernos incrementan o reducen el riesgo de desastres.
A continuación se exponen algunos ejemplos de grupos potencialmente vulnerables
a) Personas desplazadas que han abandonado su hogar y sus medios de subsistencia pero permanecen en el territorio de su país;
b) Refugiados que han huido a otro país por temor a ser perseguidos o por razones de supervivencia;
c) Repatriados: antiguos refugiados o personas desplazadas que vuelven a su hogar;
d) Grupos específicos en el seno de la población local, como personas marginadas, excluidas o desposeídas;
e) Niños pequeños, mujeres embarazadas y madres lactantes, niños no acompañados, viudas, personas mayores sin apoyo familiar y personas discapacitadas.
En casos de desastre, por lo general, las mujeres resultan afectadas de distinta manera que los hombres, dada su condición social, sus responsabilidades familiares o su importancia para la reproducción, pero no necesariamente son vulnerables. En situaciones de crisis, también poseen recursos y capacidad de resistencia y desempeñan un papel crucial en la recuperación. Para determinar qué mujeres o niñas podrían ser vulnerables, y en qué modo, puede realizarse un análisis de género.
¿Qué podemos hacer para prevenir los desastres?
La gestión integral del riesgo consiste en las acciones tomadas por las instituciones, autoridades, tomadores de decisiones para proteger a una sociedad. Son las acciones que se toman para mitigar o reducir el riesgo debido a todos los fenómenos existentes en una comunidad a los cuales están espuestos.
Las personas podemos evitar o disminuir el impacto de los desastres, por eso es importante conocer sobre la prevención y la mitigación.
La prevención y la mitigación son todas las acciones que hacemos para asegurarnos de que no suceda un desastre o, si sucede, que no nos perjudique tanto como podría hacerlo. La mayoría de los fenómenos naturales no pueden impedirse; pero entendiéndolos y entendiendo nuestras condiciones de vulnerabilidad, podemos hacer que los probables desastres sean menos dañinos. Ejemplo: podemos reducir los daños que causa un sismo si construimos casas más resistentes y en lugares donde el suelo sea sólido.
¿Qué es la prevención? Es la aplicación de medidas para evitar que un evento se convierta en un desastre. Por ejemplo, sembrar árboles previene la erosión y los deslizamientos, y también puede prevenir las sequías.
¿Qué es la mitigación? Son medidas para reducir la vulnerabilidad frente a ciertas amenazas. Por ejemplo, hay formas de reforzar las construcciones con el fin de asegurar nuestras casas, escuelas u hospitales para que no se caigan con los efectos de un terremoto o un huracán.
La prevención y mitigación comienzan por:
- Conocer cuáles son las amenazas y riesgos a los que estamos expuestos en nuestra comunidad.
- Reunirnos con nuestra familia y los vecinos y hacer planes de prevención de desastres para reducir esas amenazas y riesgos, o evitar que nos hagan daño.
- Realizar lo que planeamos para reducir nuestra vulnerabilidad. No es suficiente hablar sobre el asunto, hay que tomar acciones.
- Los niños y niñas desempeñan un papel muy importante en las acciones previstas en los planes de prevención de desastres. Ellos y ellas pueden:
- Realizar actividades escolares sobre prevención de desastres que promuevan la participación de toda la comunidad
- Informar y motivar a sus familias y su comunidad sobre las amenazas naturales para que tomen medidas preventivas
Ayudar con sus acciones y actitudes a instaurar una “cultura de prevención” real y duradera, ya que cuando sean adultos tendrán una mayor comprensión de los fenómenos naturales, los efectos de las acciones humanas y de las consecuencias de un mal manejo del ambiente, así como de la necesidad de promover un desarrollo armonioso con la naturaleza.
Un estudio del MARN muestra la situación de El Salvador, en cuanto a territorio e infraestructura, ante posibles escenarios de lluvias, sequías, terremotos y otros fenómenos naturales.
El Salvador es uno de los países más vulnerables a riesgos en el mundo. Esto, de acuerdo con el Informe Nacional del Estado de Riesgos y Vulnerabilidades presentado por el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ante la Comisión Nacional de Protección Civil. En el estudio se explica la situación del país en cuanto a desastres por fenómenos naturales.
El estudio recoge que el 88.7 % del territorio se considera en zona de riesgo y sobre esa superficie se asienta el 95.4 % de la población.
Dentro de los datos presentados por el MARN se establece que, anualmente, El Salvador registra pérdidas por desastres naturales de hasta un 60% del valor de la inversión pública de cada año desde 2001, dejando en evidencia el alto grado de vulnerabilidad que existe en el país.
Entre 1990 y 2014 el 86 % de las pérdidas económicas y el 40 % de las muertes han sido por terremotos, el 10 % de pérdidas y el 27 % de muertes han sido por inundaciones, un 26 % de muertes han sido por deslizamientos, un 3 % por tormentas eléctricas y un 4 % por otro tipo de desastres.
La directora del Observatorio Ambiental del MARN aseguró que para la realización de este estudio, se desarrolló un análisis de riesgo infraestructural de prioridad estratégica, con el que se simuló el escenario de hasta 100 posibles situaciones de riesgo.
Como resultado, el MARN también recoge en el informe la cantidad de viviendas más vulnerables en algunos de los departamentos de El Salvador en donde estas representan un mayor riesgo. Esto, debido a que están construidas a partir de adobe, bahareque, madera, lámina, paja, palma u otro vegetal o desecho.
Fuentes:
https://www.ifrc.org/es/introduccion/disaster-management/sobre-desastres/que-es-un-desastre/que-es-la-vulnerabilidad/
Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres. Los Fenómenos naturales y los desastres.
https://www.eird.org/fulltext/ABCDesastres/teoria/desastres.htm
https://www.eird.org/fulltext/ABCDesastres/teoria/desastres.htm
La Prensa Gráfica. Así de vulnerable y riesgoso es El Salvador ante desastres por fenómenos naturales.
https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Asi-de-vulnerable-y-riesgoso-es-El-Salvador-ante-desastres-por-fenomenos-naturales-20171024-0064.html
https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Asi-de-vulnerable-y-riesgoso-es-El-Salvador-ante-desastres-por-fenomenos-naturales-20171024-0064.html
Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (2017). Informe Nacional del Estado de Riesgos y Vulnerabilidades 2017. San Salvador, El Salvador.